Ajo. Si lo incluyes de forma habitual en tu alimentación, tu presión arterial te lo agradecerá ya que contiene alicina que es un componente vasodilatador, además si lo utilizas para condimentar (rayado o en polvo) reducirás el contenido de sal.
También contiene un carbohidrato llamado FruArg que se ha visto que promueve la producción de antioxidantes y protege al cerebro de enfermedades neurológicas y envejecimiento.
Además de ser antiséptico, depurativo, diurético y antibacteriano, el ajo también reduce los niveles de colesterol y triglicéridos, por tanto es muy recomendable.