Tomar azúcar en exceso aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Un refresco puede llegar a contener más de 9 cucharadas de azúcar.
Los estudios demuestran que el consumo excesivo de estas bebidas altera la percepción del sabor dulce y aumenta su umbral, por lo que cada vez necesitamos más azúcar para sentir dulces los alimentos.
También se ha estudiado que su consumo está relacionado con el aumento de grasa abdominal que es la que más perjudica la salud.
Además, las calorías tomadas en forma líquida tienen un menor efecto saciante, por lo que terminamos tomando muchas más calorías. Por estos motivos la normativa obliga cada vez más a reducir el contenido de azúcar de estas bebidas.