Consejos para la alimentación cotidiana de una persona celíaca

Lo primero a tener en cuenta es que hay cereales sin gluten (aptos para celíacos) y con gluten (no aptos para celíacos). El arroz, el maíz y la quinoa, por ejemplo, no tienen gluten. Cereales como trigo, cebada, centeno o avena, si tienen gluten.

El problema principal es que la harina es el componente fundamental de casi todos los productos procesados por la industria alimentaria, por ello casi todos los productos precocinados tienen trazas de gluten. Por tanto hay que elegir alimentos naturales y tratados de la forma más natural posible.

Por fortuna cada vez hay más supermercados y marcas que se muestran en secciones separadas con productos específicos para celíacos. Cada vez hay más recetas con estos productos específicos y usted mismo puede combinarlos haciendo nuevas comidas adaptadas a sus gustos.

Un problema específico de los celíacos es que a muchos les gusta comer con pan, cada vez hay más variedad de productos que imitan el pan tradicional y se van acercando a su sabor y textura. Ya hay «panes» de garrofín, garbanzos o soja.

Normalmente al cocinar en casa nos adaptamos pronto a usar solo los productos adecuados y a prepararlos de forma que evitemos la contaminación cruzada, el problema suele aparacer al comer fuera de casa.

Si come fuera de casa trate de buscar restaurantes con comida sin gluten (cada vez hay más), pregunte siempre a los camareros la presencia de gluten o no en los alimentos. Si va a casa de un amigo o familiar es posible que le preparen comida sin gluten, pero insista en lo que deben tener en cuenta para evitar la contaminación cruzada por la presencia de trazas de productos con gluten ( no utilizar ni los mismos recipientes ni utensilios de preparación que hayan sido utilizados para preparar otras comidas sin un proceso de limpieza detallado).

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