Muchas personas piensan que los frutos secos no deben estar presentes en nuestra alimentación por su alto contenido calórico, en este artículo justificaremos que su presencia es necesaria en una dieta saludable.
Los frutos secos tienen muchísimas propiedades saludables, y si bien es cierto que tienen muchas calorías, su efecto saciante hace que no podamos ingerir grandes cantidades, por ello son recomendables incluso en dietas de pérdida de peso (cuidando de ingerir solo pequeñas cantidades).
La forma de prepararlos es muy importante para que conserven todas sus propiedades y no tomarlos con otras sustancias no tan recomendables para nuestra salud (como la sal). lo ideal es tomarlos al natural o tostados (no fritos).
Son una fuente muy importante de proteínas y ácidos grasos saludables. Tomarlos como almuerzo o merienda es una buena estrategia cuando tenemos que mantenernos activos, nos aportan energía sin necesidad de tener una digestión pesada.
A continuación vamos a nombrar las principales cualidades de los distintos tipos:
– Nueces: contienen ácidos grasos omega 3, vitaminas E y B, magnesio y calcio, previenen enfermedades del corazón, hipertensión y colesterol, ayudando también contra la depresión.
-Avellanas: contienen ácidos grasos omega 9 y 6 , vitamina B6 y magnesio y activan nuestro sistema inmunitario.
Almendras: Tienen vitamina E y son antioxidantes.
Pipas de girasol: Ricas en minerales y con vitamina E, mejoran nuestra piel, protegen el corazón y mejoran el sistema inmunitario.
Cacahuetes: (en realidad es una legumbre) aportan muchos ácidos grasos, regulan la tensión, mejoran nuestras defensas y son antiinflamatorios.
Sus propiedades nos muestran por tanto que debemos incorporarlos en nuestra dieta saludable.