Lo primero que tienes que distinguir es si es hambre real o ansiedad.
El hambre real: aparece poco a poco, apetece cualquier alimento, puedes esperar a comer un poco más tarde, tras comer te sientes saciado y te encuentras bien.
El hambre por ansiedad: aparece de repente, te apetece algo concreto (chocolate, dulce…), tienes que comer en ese momento sin poder esperar, comes sin control y después te sientes culpable.
Si sientes hambre intenta comer alimentos sanos y con poca densidad calórica: frutas, un puñado de frutos secos, yogur, infusión, etc.