Una baja masa muscular está ligada a determinadas enfermedades. Recientes estudios consideran esta variable (masa muscular) para observarla como marcador de nuestra salud, colocándola al nivel de la glucosa en sangre o de la presión sanguínea.
Nuestro músculo participa en funciones fundamentales para nuestra vida, es nuestra principal reserva de proteínas, regula nuestros niveles de glucosa y participa en la respuesta inflamatoria de nuestro organismo entre otras funciones.
Con más masa muscular también resultará más sencillo adelgazar pues quemaremos más calorías que no se transformarán en grasas.
Se ha comprobado que la masa muscular ayuda a los pacientes a superar un postoperatorio y a recuperarse antes de las roturas de huesos.
En sucesivos artículos hablaremos de cómo mantener la masa muscular adecuada para nuestra salud y de la obesidad sarcopénica (poca masa muscular y grasa acumulada).