Uno de los principales problemas de salud en nuestros días es la obesidad infantil.
En los últimos años los índices de sobrepeso y obesidad están aumentando de forma muy preocupante. Actualmente al menos 1 de cada 4 niños y adolescentes tiene exceso de peso.
Todas las investigaciones muestran que los niños con sobrepeso tienen muchas más posibilidades de transformarse en adultos obesos con los consiguientes problemas de salud asociados.
Alrededor del 15% de la población infantil en España tiene obesidad. Una labor de concienciación sobre los padres es muy importante y paso previo para solucionar el problema.
Enseñar a los hijos hábitos de alimentación saludables, insistir en el consumo de frutas y verduras y fomentar la realización de actividades físicas son fundamentales.En España entorno al 55% de la población tiene sobrepeso y la obesidad infantil se ha duplicado respecto a los años 90.
Podemos considerar la obesidad infantil como una verdadera epidemia, si no se toman medidas, se estima que el 80% de los jóvenes con sobrepeso serán adultos obesos.No se debe de tomar a la ligera el problema de la obesidad, no es solo cuestión de estética, es una auténtica enfermedad asociada a otras enfermedades más graves como diabetes, hipercolesterolemia, enfermedades cardiovasculares ….
En los niños especialmente puede provocar problemas osteoarticulares, apnea, trastornos del sueño, fatiga y problemas psicológicos como falta de autoestima y seguridad (con las consecuentes bajadas en el rendimiento escolar).
La obesidad se puede tratar, aunque cuanto antes se ataque mucho mejor, la prevención siempre es más eficaz. Aunque la obesidad tiene una predisposición genética, se puede luchar contra la misma, pero nuestra sociedad añade una serie de factores que la potencian: Los alimentos basura y su publicidad, el tiempo de ocio de los niños frente a televisión y videoconsolas, la falta de ejercicio físico y la falta de información sobre nutrición de los padres.
El problema aparece incluso antes del nacimiento del niño, como se alimenta la madre durante el embarazo y la lactancia y como se introduce en la alimentación al bebe también es muy importante. Pero ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos no caigan en la obesidad infantil?, aquí tiene algunos consejos:
– Fomentar en los padres la alimentación sana. Si los padres comen sano, los hijos también lo harán.
– Animar a realizar una actividad física constante en el tiempo.
– Tener siempre a mano fruta y verdura.
– Generar la costumbre de beber agua y zumos de fruta y no refrescos azucarados
.- Los alimentos altos en calorías no deben estar totalmente prohibidos, pero los niños se deben concienciar del efecto nocivo sobre su salud para que reduzcan su consumo.
– El niño no debe ser obligado a ponerse a dieta, tiene que ser concienciado con argumentos que le convenzan.
Si como padre no se encuentra capaz de poner en marcha la tarea de generar hábitos de alimentación sana en su hijo, busque la ayuda de un médico experto en nutrición que le ayude en el proceso.