Hay quien trata de eliminar de su alimentación el consumo de hidratos de carbono por considerarlo la principal causa del aumento de peso. A veces al simplificar las explicaciones, cometemos graves errores que pueden perjudicar nuestra salud.
Los hidratos de carbono son un componente esencial de nuestra alimentación, pero debemos distinguir de qué alimentos provienen y cómo y cuándo los ingerimos, solo así podremos consumirlos de forma adecuada y saludable.
– Qué carbohidratos: debemos distinguir los simples presentes por ejemplo en el azúcar y bebidas refrescantes (perjudiciales y que deberíamos eliminar de nuestra alimentación), de los complejos presentes en el pan, el arroz, la pasta…, mucho mejor si son integrales (son de absorción más lenta y producen sensación de saciedad con lo que consumimos menor cantidad). La fruta es una fuente muy importante de carbohidratos sanos que siempre debe estar presente en cantidades suficientes en nuestra alimentación.
– Cuándo tomarlos: al ser nuestra principal fuente de energía, es mejor tomarlos antes de empezar las actividades, por ello el desayuno es la comida en la que debería haber un mayor consumo (los hidratos de carbono aportan más energía que grasas y proteínas). En la cena si no hemos realizado antes ejercicio (que nos haga tener que pensar en reponer el glucógeno muscular gastado), deberemos reducir su consumo, pues si no lo necesitamos se transformará en grasa.
– Cómo tomarlos: Deberemos combinar la ingesta de hidratos de carbono con proteínas (carne, pescado, yogur…), de esta forma no nos engordarán y ayudarán a que conservemos nuestra masa muscular.