Los edulcorantes como la sacarina, sucralosa, estevia etc. son aditivos autorizados, estas sustancias han demostrado ser seguras dentro de unos límites de consumo establecidos de forma individual para cada edulcorante.
También se ha sugerido que el consumo de bebidas edulcoradas puede tener un efecto perjudicial en la flora bacteriana intestinal.
En principio son recomendables para perder peso pues son aditivos seguros en la alimentación.