La sal puede ser tan adictiva como una droga, su función de potenciador del sabor de los alimentos haciendo que estén más sabrosos, hace que aumenten nuestras ganas de consumirla. La industria alimentaria sabe de esta cualidad a la que hay que añadir su utilización como conservante, por ello los alimentos procesados suelen tener cantidades muy elevadas de sal en su composición.
Aunque el abuso de sal es muy perjudicial para nuestra salud, la sal es necesaria para nuestra supervivencia, lo que ocurre es que en nuestra sociedad al consumir alimentos procesados, aunque no añadiéramos sal a nuestros platos, probablemente estaríamos ya tomando más sal de la recomendable.
Para una persona, el consumo medio de sal diario debería estar sobre los 5 grs., y los expertos calculan que nuestro consumo medio está sobre los 10-12 grs/día
El problema fundamental del exceso de consumo de sal es la hipertensión, es fundamental una adecuada proporción de agua y sal en nuestros vasos sanguíneos para mantener niveles adecuados de tensión arterial.
Las personas mayores son las que más cuidado deben tener debido a que pierden el reflejo de la sed y por tanto beben menos agua, alterando la proporción adecuada de agua y sal.
Por tanto les recomendamos comer pocos alimentos procesados, de esta forma podrá controlar la sal que consuma, pues será la que usted misma añada a sus platos.
Una buena alternativa para dar sabor a los platos sin añadir sal es utilizar hierbas aromáticas en sus platos y ensaladas.